La palma sabal es la única palma nativa no desértica en Monterrey, caracterizada por su aspecto tropical y sus elegantes hojas en forma de abanico. El sabal cuenta con flores blanquecinas en panículas grandes, al igual que con drupas que sirven de alimento para las aves y pequeños mamíferos. El sabal cuenta con un crecimiento muy lento, tienen que pasar alrededor de 10 años para que el tronco se haga presente, demostrando la antigüedad de estas palmeras tan cotidianas.
El sabal ha aportado significativamente a la cultura nuevoleonesa. A través de la historia las hojas del sabal se han utilizado para construir palapas, y en zonas rurales para techar construcciones; las hojas también se utilizan para la elaboración de petates, cestos, sombrero, y para los ramos en la celebración del “Domingo de Ramos”.